Publicación Diario El Día del 19 de diciembre de 2006Crece la incertidumbre entre algunos funcionarios y profesores de la uls tras fuerte “ajuste” en la planta
Más del cincuenta por ciento de los trabajadores de esta casa de estudios aún no han sido notificados de la renovación de sus contratos u honorarios.
Desde que asumió nibaldo avilés como nuevo rector de la universidad de la serena, se han registrado importantes cambios en el clima laboral de dicho centro de estudios.
Los primeros tuvieron relación con la remoción de los cargos de los funcionarios de confianza del rector. Pero luego de ello, el clima laboral no volvió a ser el mismo. Inestabilidad, menoscabo y persecución son los términos con los que algunos funcionarios describen la realidad que se ha posicionado en la universidad.
Aunque prefieren proteger su identidad, advierten que pronto comenzarán a “tomar cartas en el asunto”. Precisamente, se están organizando como movimiento de exonerados de la universidad de la serena (ver recuadro).
Uno de los afectados por este ambiente laboral de inseguridad recuerda que el nuevo rector, en plena campaña prometió mantener un ambiente de estabilidad y respeto. “incluso habló sobre el retiro digno de las personas que llevaban más de sesenta y cinco años. Todo en virtud del respeto… pero después se olvidó, e hizo exactamente lo contrario. Ahora hay un ambiente de ilegitimidad tremendo, hay persecución, hay menoscabo, al nivel de poco menos de tratar como delincuentes a las personas”, explica uno de los funcionarios.
“olor a pozo”
La sensación que se percibe al interior del recinto universitario, obedece a la persecución. Así lo señalan los funcionarios. Ello explica que ninguno quesiera señalar su nombre al denunciar los malos tratos. “a todos los que tienen olor a pozo (ex rector) los va a erradicar. Y lo está haciendo de una manera ilegítima e inadecuada. Con trato indigno y discriminatorio. Se ha creado un ambiente de inseguridad tremendo.
Renovación de contratos y honorarios
Tradicionalmente, a fines de noviembre todos los funcionarios ya sabían si sus honorarios o contratos serían renovados. Pero este año no fue así. Más del 50% de los funcionarios y académicos desconocen aspectos sobre su permanencia en la universidad. Por lo que temen una situación de despidos masivos, pero es “soterrada porque no se atreven. Nosotros por debajo ya sabemos que no van a ser renovados. La agrupación de funcionarios (Asociación de Funcionarios No Académicos)está temerosa, porque si empiezan a hablar, también sus contratos pueden no ser renovados”, explican.
Pese a los numerosos intentos de diario el día, el rector de esta Universidad no entregó su versión al respecto.
Comienza a alzarse la voz
El clima de inestabilidad que denuncia cierto sector de la Universidad de La Serena, ante la nueva administración, primero fue dado a conocer a través de correos electrónicos masivos que difundía un grupo autodenominado “movimiento 20 de enero de 1988”. En dichos documentos alertaban sobre las irregularidades respecto de los cambios y despidos en algunos cargos.
Ahora otro grupo comienza a tomar cartas en el asunto.
Un grupo de funcionarios destituidos se han organizado como Movimiento de Exonerados de la Universidad de La Serena, y explican que pretenden poner en tela de juicio la delicada situación que está ocurriendo en esta casa de estudios. De hecho, piensan llegar hasta instancias mayores como La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, para garantizar que estos abusos no vuelvan a ocurrir.
